jueves, 31 de marzo de 2011

... EL SILENCIO DE LOS BUENOS.

          Año 2011. Se cumplen 30 años de la incorporación, en 1981, al servicio militar, de los conscriptos de la clase 62, al glorioso Batallón de Infantería de Marina nº 4, ubicado en Trelew, en la base Aeronaval Almirante Zar. Y aunque los componentes de aquél batallón, el cual participó activamente en la gesta de Malvinas un año después, se han seguido reuniendo regularmente todos los años, y más activamente los pertenecientes a la provincia de San Juan, este año ha sido el primero que han podido desplazarse hasta la base de Trelew, y aprovechar para celebrar los 30 años de su incorporación y recordar sobre el terreno las vivencias de entonces…. Las emociones han sido muchas y fuertes… Las lágrimas producidas por la emoción del momento también se dejaron ver… El recuerdo de los compañeros que ya no están entre nosotros, por respeto a ellos y su labor, no podía faltar… Y por supuesto no faltaron las bromas y el recuerdo de viejas anécdotas. (Ya iremos añadiendo algunas fotos de tan memorables momentos).


Enrique, Angel y el edificio Comando.
 Gracias por llevarme con vosotros.
         Solo fue un fin de semana pero la intensidad con que se vivió, jamás podrá explicarse con palabras. Lo que se puede afirmar es que el acabar no fue un adiós, ya que la intención es volver en septiembre para celebrar los 50 años de la Base. Y por supuesto algo intentaremos hacer para el año 2012, y poder juntarnos en los 30 años de la gesta de Malvinas.

Puede que nuestra labor no sea reconocida, oficialmente, pero eso no importa, y aunque no pararemos en nuestra lucha por conseguirlo, ya que la entrega de nuestros muertos así nos lo exige. Tampoco pararemos de luchar, como hemos hecho en estos 30 años, y hasta que las fuerzas nos abandonen, por mejorar día a día a este país. Y lo haremos a través de nuestra familia, de nuestro trabajo, de nuestros amigos, y de nuestra entrega. Intentaremos que nuestro recuerdo sea imborrable para los que nos sucedan. De la misma manera que lo han hecho nuestros compañeros que ya no están entre nosotros.
          La Base Zar, seguro que es más conocida por su época negra. Pero esta base es mucho más que eso. Es el lugar donde aprendimos lo que significa de verdad la palabra “ESFUERZO”, lo que significa de verdad la palabra “SUPERACIÓN”, y lo que significa de verdad la palabra “ENTREGA”.
          Si queridos amigos, aunque nos quieran demostrar lo contrario, Argentina es algo más que los años de la dictadura ( de cuyos excesos todos somos culpables). Incluso me atrevo a gritar, que mucho más que la época inmediata a esos negros años.

         Siempre en esta vida, las personas tenemos margen de mejora. Siempre podemos hacer más de lo que hacemos. Podemos esforzarnos más de lo que nos esforzamos. Podemos amar más de lo que amamos. Podemos trabajar más de lo que trabajamos. En definitiva podemos entregarnos más de lo que nos entregamos. Y el día que nos convencemos que no podemos hacer algo más, solo significa que ese día empezamos a morir. Por eso siempre he defendido, que lo que se debe exigir como ciudadano de un país, son cada vez mayores responsabilidades que nos ayuden a convertir nuestro entorno, cada día, en un lugar mejor... Tanto para nosotros, como para nuestros hijos.
          La aceptación de esas responsabilidades no solo nos permiten mejorar , sino que nos permiten exigir justicia y responsabilidad a nuestros mandatarios.
          Solo tenemos dos caminos: Bien damos un paso más en nuestras responsabilidades, o bien nos apuntamos a la legión de los que solo piden del estado que cubra sus necesidades. Esto último solo nos lleva a encubrir los excesos de nuestros mandatarios, para no perder nuestros privilegios. Dejamos de ser personas y pasamos a convertirnos en aves que se alimentan de carroña. Somos incluso capaces de modificar la historia para poder acoplarla a nuestros propios intereses. Solo valgo “YO”, y.. ¿ desde cuando les ha importado el interés general a este tipo de aves?

         Pero, BASTA, hoy no quiero hablar de ellos. Ya he dicho más de una vez que no soy político, por lo tanto ya hablaremos de como fue realmente la historia, para que nuestros hijos no crezcan en la mentira.
          Hoy quiero transmitir que estoy feliz, si, si, feliz. He podido conocer, y no solo conocer sino también seguir, el trabajo que argentinos anónimos, argentinos grandes de espíritu, argentinos que sí han sabido aceptar mayores responsabilidades para con su país, para con el prójimo. Ayudando en la formación de los demás. Tanto laboral, como moral, como espiritual, lo que redunda en que las empresas no solo tengan personal capacitado en sus funciones laborales, sino al mismo tiempo tengan trabajadores con una rectitud moral y de espíritu, que dan un valor añadido a las empresas que los contratan.
          Y no son pocos los argentinos que a ello se dedican, ya sea en sus lugares de trabajo, en sus hogares, con sus amigos. Pero esto no sale en los diarios. Esto no vende. Y me imagino que, como me ha pasado a mi, nos hemos acostumbrado a conocer solo la historia de los degenerados, depravados y ladrones que desgraciadamente nos rodean.
          Por eso creo que ha llegado nuestro momento, y acá tengo que transcribir unas palabras, que no son mías, sino que pertenecen a Martín Luther King, que dijo: “NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS CORRUPTOS…… LO QUE ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS”.
          Si ante la corrupción y el despilfarro nos callamos, solo significa que los apoyamos... Casi podríamos añadir, que nos podemos llegar a parecer a ellos... Ya que los que hoy gritan tanto, son los mismos que cuando la dictadura, y por su propio beneficio…. callaban.

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